30 de Noviembre 2005

SENSACIONES PRIMARIAS

paris segun pini


nací en el campo.
la guagüita se llamaba el lugar, y allí estaba mi vida.

la primera sensación que recuerdo es la que me dejaba el pasto sobre mis pies, siempre descalzos.
y después, al arrancarlo y llevármelo a la cara.

de allí, a los rasguños del tronco del árbol en mis piernas, intentando subirme para hacer una choza donde no pudieran alcanzarme.
la casita del árbol.

dicen, que cuando me llevaron a la ciudad, a los cuatro años, me perdía detrás de las puertas llorando, y pidiendo como animal cautivo, que me regresaran.

después vinieron otras sensaciones, pero casi todas tienen que ver con las primarias, que intento restablecer cuando los tacos van agotando mis tobillos.

y en el camino de regreso, mientras reinvento el ritual de ir descalzándome lentamente para buscar pisar la tierra deseada, me invade la misma ansiedad que al mirar el rostro querido esperando la llegada del beso.

la foto es mia, bien mia, muy cerquita del louvre, pero lo importante no es eso, sino que a los protagonistas se los veía felices haciendo lo que yo tenía ganas de hacer: meter mano en la tierra.

Escrito por pini a las 2:32 PM | Comentarios (3) | TrackBack

27 de Noviembre 2005

CONJUGANDO DIMENTICARE

remolino

Tarde de domingo, promediando el otoño, a los 14 años Malena conoció el gusto amargo del desamor.
Con una Polaroid instantánea capturaría la sonrisa de Abel y pasaría a la antesala de la amenaza.
-Tenemos que hablar.
La Polaroid cayó de su falda al piso y jamás volvió a funcionar, augurando el monólogo que él interpretaría.
Sólo escuchó el final: la cosa no va más.

No respondió y se arrastró hacia la puerta de reja negra del jardín que la separaba de su abuela, con los ojos empapados y un temblor recorriéndole todo el cuerpo, y que la acompañaría, desde entonces, en cada intento amoroso.

La silueta de la abuela se adivinaba debajo de la acacia, tejiendo pompones rojos para colocar en los gorros del invierno que no demoraría.
Hello Dolly -sintonizaba la radio en una frecuencia uruguaya- imprimía movimiento acompasado a los pies de la abuela y contrastaba con la derrota de Malena.
-Él me ha dejado.
-No Malena, no. Lavate la cara y haremos un strudel que ayuda a olvidar; la interrumpió, palmeándole la espalda.

De la frutera redonda de cristal ubicada sobre la mesa de la cocina, Malena tomó cuatro manzanas verdes, tres para la receta y una que lustró con su vestido, pasándola una y otra vez por su cadera derecha, para dejarle marcado un mordisco.
Derramó la harina y la cucharada de azúcar sobre la mesada de mármol blanco formando una corona; ahuecó la cima y añadió la manteca.
Con despecho se volcó sobre la mezcla y con sus manos fue provocando la unión.
La sal que olvidó la pusieron las últimas lágrimas, que como caines enfurecidos, dieron sepultura al adiós de Abel.

Escrito por pini a las 11:45 PM | Comentarios (5) | TrackBack

25 de Noviembre 2005

GIRASOLES PARA LUNA

cuando llegó al renglón "la desesperada soledad de las paralelas que no se encuetran jamás... ", cerró la misteriosa llama de la reina loana.
el único girasol que había conservado a modo de carta de presentación, se estrujó en la página 12.
y allí quedó.

el calor la agobiaba y pensó en regresar a su casa para cambiar el color del traje, pero no alcanzaba el tiempo.

él llegaría puntualmente -según lo acordado-, y a ella la impulsaba la necesidad de darle una buena impresión que le bastara para contratarla como asistente de fotografía.

pensó en su inexperiencia, en las fotos veladas, en los ojos que le salían rojos, en las baterías siempre insuficientes.
sonrió: eso jamás se lo revelaría.
para revelar, el cuarto oscuro.

después de todo, su responsabilidad no era la toma, sino convertirse en su "mano derecha.", según la cortísima conversación telefónica que la dejó con palpitaciones.

mano derecha. miró una y otra vez: tendré que aprender derecha-izquierda sin mirar las manos, o chocaré.

la inquietaba desconocer su nombre; había mencionado sólo su apellido: moon.

bebió lo que quedaba de fanta naranja en el vaso, y puso un caramelo de mentol en su boca.
(que me sienta a menta).

ella, malena almada, al escuchar el crujido de la vieja puerta de madera, despejó su cara, frotó sus manos que temblaban.
sin querer empezó a tararear 'moon river'

escuchó una voz desde atrás que con seguridad interrogaba, "malena será usted?"

y ella, sin darse vuelta, sólo pudo atinar a dar el sí, adviertiendo que una pequeña flor amarilla se deslizaba sobre la mesa.

Escrito por pini a las 11:00 PM | Comentarios (0) | TrackBack

12 de Noviembre 2005

DOS MATES (o volver, sin letra de tango)

lino eneas spilimbergo obra implorando

no, no quise escibir dos martes, ni he matado a dos.

en mi casa tengo varios mates, pero hay dos que son idénticos.
uno da unos resultados aceptables, y el otro, arroja un saber increiblemente asqueroso.
a éste hay que tirarlo, definitivamente.
por esas cosas de la vida -incompresibles como la pérdida de una sola media-, aparece lavado y al lado del otro.

además me duele desprenderme de algo: soy conservadora hasta de mates.

el dilema cotidiano es lograr identificar cuál es cuál.
y sólo cuando lo pruebo, me doy cuenta.

ahora mismo, después de una noche de esas (insomnio y manija, en la que hasta el acto más elemental puede ser visto como un fracaso rotundo y decisivo que marcará el futuro), estoy a punto de meter la bombilla en el mate, acercar mi boca y dar el paso, entre lo aceptable y lo despreciable.

todo puede mejorar, hasta el post-insomnio.
he dado con el bueno.
pero la puta, que tendré un magnífico día.!

para ilustrar mi mañana busqué una obra de Lino Eneas Spilimbergo (1886-1964), porque me acerca a mi abuelo, que era como un buen mate: sabía cómo acompañarme y al despedirnos, me dejaba buen sabor.
él ya partió para siempre, pero yo lo sigo sintiendo, y bien.

Escrito por pini a las 8:48 AM | Comentarios (2) | TrackBack