25 de Noviembre 2005

GIRASOLES PARA LUNA

cuando llegó al renglón "la desesperada soledad de las paralelas que no se encuetran jamás... ", cerró la misteriosa llama de la reina loana.
el único girasol que había conservado a modo de carta de presentación, se estrujó en la página 12.
y allí quedó.

el calor la agobiaba y pensó en regresar a su casa para cambiar el color del traje, pero no alcanzaba el tiempo.

él llegaría puntualmente -según lo acordado-, y a ella la impulsaba la necesidad de darle una buena impresión que le bastara para contratarla como asistente de fotografía.

pensó en su inexperiencia, en las fotos veladas, en los ojos que le salían rojos, en las baterías siempre insuficientes.
sonrió: eso jamás se lo revelaría.
para revelar, el cuarto oscuro.

después de todo, su responsabilidad no era la toma, sino convertirse en su "mano derecha.", según la cortísima conversación telefónica que la dejó con palpitaciones.

mano derecha. miró una y otra vez: tendré que aprender derecha-izquierda sin mirar las manos, o chocaré.

la inquietaba desconocer su nombre; había mencionado sólo su apellido: moon.

bebió lo que quedaba de fanta naranja en el vaso, y puso un caramelo de mentol en su boca.
(que me sienta a menta).

ella, malena almada, al escuchar el crujido de la vieja puerta de madera, despejó su cara, frotó sus manos que temblaban.
sin querer empezó a tararear 'moon river'

escuchó una voz desde atrás que con seguridad interrogaba, "malena será usted?"

y ella, sin darse vuelta, sólo pudo atinar a dar el sí, adviertiendo que una pequeña flor amarilla se deslizaba sobre la mesa.

Escrito por pini a las 25 de Noviembre 2005 a las 11:00 PM | TrackBack
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