28 de Octubre 2004
TACONES LEJANOS
"quién la viera y quién la ve", sentenció el portero de la otra cuadra señalando mis zapatos tan chatos que parecía pegada a la vereda.
le sonreí -lo cortés no quita lo caliente- y a los pocos pasos desabroché otro botón de mi camisa: compensación pectoral por disminución a lo alto.
era mariposa doble pechuga preocupada por acomodar la falda que ajustaba, se subía, se doblaba, el cierre al borde del abismo....
ya está, ya está.
respirar hondo y dejarse llevar por el movimiento de la vida.
comerse una cucharada de dulce de leche con placer y mostrándola limpita como hazaña.
me he bajado de los tacos y esto que parece hinchazón es ni más ni menos que mi varón.
hoy escribía en bitneriáceo que debería llamarlo ulises, y no será así por resistencia familiar.
estos meses he tenido las experiencias humanas más extraordinarias que le pondría el nombre de cada uno de los que con tanto afecto me han rodeado, aún sin conocerme.
el pequeño me ha visto leer las estaciones del día -obra extraordinaria de hilario barrero- que me llegó desde tan lejos que cuando el cartero tocó a mi puerta con la carta en mano, quise abrazarlo.
también me escuchó el grito emocionado por el regreso al ruedo de cayetano, y el regalo que dejó prendido en el libro de notas.
ha seguido mis miedos, los estudios, las noches desveladas, los primeros rabanitos de la huerta, los plantines de tomates, la poda del rosal, el tomillo florecido, la siembra de unas semillas traidas de contrabando de parís, el limonero, la búsqueda de un aguaribay lindo, la partida de mi abuelo, el regreso a sentir mi panza como una pecera.
vaya, vaya.
me gustaría escribir un acertijo porque la mayor parte de mis amigos blogueros los resuelven y yo los admiro.
también algún teorema que deslumbre a los matemáticos que visitan a de mairena.
o una frase ocurrente que venza la resistencia de los que habitan la isla de la incoherencia.
pero sólo se me ocurre pensar en los cisnes unánimes que recité sintiéndome princesa al comenzar alguno de mis primeros grados del colegio.
y como lo prometido es deuda, irá aquí un poema de hilario barrero, que también habla de cisnes, y me da paz, porque habrá pasado delante de su mirada.
La niebla empaña mi mirada
y al pasar por el lago
ve dos cisnes felices
que escriben en el agua
un mensaje secreto
con mala ortografía y tinta seca
que yo puedo leer y tú no puedes.
Tú crees que son dos patos
que volando hacia el Sur
hacen tiempo en el lago
cebándose de pan
que les dan los vecinos.
Dentro de poco ya no estarán
mis cisnes ni tus patos,
yo seguiré nublado con la niebla
y tú verás más claro cada día.
buenas noches, voy a cuidar lo mio.