me levanté al alba por puro placer de verla dormida entre las sábanas.
parece estar en vigilia, como animal que aguarda ser atacado.
toco su frente y mueve su cuerpo, sobresaltada.
vuelvo a su lado.
me nombra entre sueños: ulises, ulises, y me apresa con las piernas.
ya no preciso navegar para encontrarla.
a mi vera, malena se ondula.
sabe hacerlo.
me dejo mecer, arrasar a ciegas.
como a la tarde, cuando mordió mis manos embarradas, después de poner en tierra su romero.
ella inventa: arromérame, y me estremece.
ella canta, todavía, tosca y me convence que todo sigue intacto: permanecemos en el banco aquél, donde me dejó exhausto, tantísimos años atrás.
Escrito por pini a las 6 de Noviembre 2006 a las 11:08 AM | TrackBack