el amor era la mitad más grande de la granada.
me ha escrito mi amiga, que va a poner un punto y aparte a la convivencia que mantiene a tientas.
y lo hará en un tiempo prudencial -el necesario para asimilar la decisión- porque necesita reirse y que la quieran.
cosquillas y besos, sin demasiado planteo, metamensaje, ni postergaciones.
ella adora "la amigdalitis de tarzán" de Bryce Echenique, y va en este post, mi ojalá se cumpla y finalmente encuentres amor y armonía, sin ningún vestigio de duda, que para ésta tenemos la eternidad.
para alguna certeza inicial, vayamos a hablar sobre los techos, pero eso sí bonitos, de paris.
"Diablos
Tener que pensar, ahora, al cabo de tantos, tantísimos años, que en el fondo fuimos mejores por carta. Y que la vida le metió a nuestra relación más palo que a reo amotinado, también, claro. Pero algo sumamente valioso y hermoso sucedió siempre entre nosotros, eso sí. Y es que si a la realidad se la puede comparar con un puerto en el que hacen escala paquebotes de antaño y relucientes cruceros de etiqueta y traje largo, Fernanda María y yo fuimos siempre pasajeros de primera clase, en cada una de nuestras escalas en la realidad del otro. Esto nos unió desde el primer momento, creo yo. Y también aquello de no haberle podido hacer daño nunca a nadie, me imagino.
¿Qué nos faltó, entonces? ¿Amor? Vaya que no. Lo tuvimos y de todo tipo. Desde el amor platónico y menor de edad de un par de grandes tímidos hasta el sensual y alegre y loco desbarajuste de los que a veces tuvieron sólo unas semanitas para desquitarse de toda una vida, pasaría contigo, desde el amor de un par de hermanitos nacidos para quererse y hacerse el bien eternamente hasta el de un par de cómplices implacables en más de un asalto de delincuentes, y desde el de un par de jóvenes enamorados incluso del amor y de la luna hasta el de un par de veteranos capaces de retozar aún en alguna remota isla bajo el sol, no me importa en qué forma, ni dónde ni cómo, pero junto a ti
O sea que vaya que tuvimos amor de todo tipo y tamaño, pero siempre del bueno, esto sí que sí.