tomó el autobús rumbo a ninguna parte.
daba igual, acá, allá, llano, cumbre, todo menos aire.
le provocó nauseas sentir por radio eso de que la vida es un carnaval.
para quién, pensó.
se dejó llevar.
de vez en cuando apoyaba la cámara sobre la ventana intentando captar alguna imagen.
foto movida.
cada caserío que se alzaba en el medio de la nada tenía una iglesia.
llamativo, llamativo, golpeaba.
dónde fue a parar la fe, se preguntó -la suya, la de los otros no era su problema-, sabiendo de antemano la respuesta.
a ninguna parte.
más de una hora de subida por una ruta giratoria que iba descubriendo una nieve incipiente.
si pudiera tocarla, se me pasaría, pensaba.
lagrimeaba, estaba arriba de un autobús en marcha.
por fin se detuvo.
una voz inquiriendo: baja aquí o en la estación?
aquí, dijo, para poner punto y aparte a la conversación.
recogió el abrigo, la cartera, el gorro de lana, la bufanda, la cámara digital, y la humanidad que le pesaba toneladas.
aturdida, se confundió con un grupo de estudiantes.
cruzó un tunel, desembocó en una estación de trenes.
a pocas cuadras estaba un jardín botánico que anunciaba navidad.
disparó contra el nacimiento cuantas fotos pudo.
el pesebre que no había podido armar.
entró en la iglesia vecina al jardín.
sentada sobre un banco de madera buscó alguna imagen que la regresara a la infancia.
abrió la cartera, sacó un pañuelo, se lo acercó a los ojos con rimel corrido, se abrazó las piernas, ovillada y hostil, y se repetía: no sé para qué, pero llegué.
a vos no te quisieron dejar ni mu.
ya veremos cómo lo solucionamos.
¿tal vez con un prólogo para entender algo más?
mientras llega, escucho a bebo valdés y el cigala en el disco de titulo homónimo. quizas sea la clave.
hola soy nefer pero es un poco dramatico y es tamuy chido
Escrito por nefer a las 18 de Abril 2007 a las 03:12 PM