ella sueña que escribe con lápiz blanco sobre papel de seda rojo.
quemadura.
no le gusta su caligrafía ni la palabra.
reintenta entonces con imprenta mayúscula:
QUEMA
la fuerza del trazo rompe la hoja, deja inconcluso el concepto, lo hace verbo.
lleva el dedo a su lengua, lo moja y repasa su obra, fracansando en el intento de conciliar la ruptura.
desilusionada, abolla el papel humedecido.
corre el mechón que tapa su ojo derecho, enganchándolo a la oreja.
con la mano alivia la transpiración de su frente, y queda enrojecida.
se acerca al espejo y ríe al verse: todavía no arde el recuerdo.
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malena suma décadas, las necesarias para afirmar la sensualidad que la apuntala a la tierra.
la despertó el cartero.
éste llamó una sola vez y debió seguir camino.
la demora no fue obstáculo, y la correspondencia llegó a manos de la destinataria.
una multa, una fotografía fugaz, una intersección de calles inoportuna.
la verdad ilustrada que contrasta con la verbalizada.
está bien.
una secuencia de ardores que van y vienen en el recuerdo, desordenados.
dolor urente.
estoy loca?
no, esa sensación es real, pero difícil de explicar.
el hormigueo, la quemadura, dura y quema y recorre la derecha.
se confunde: no sabe si es el recuerdo que se incendia en el fondo, o la superficialidad del presente que hace fogata.
cualquier opción la quema.
y ella, que a los cinco aprendió el olor del incendio, sabe que tiene un solo camino por recorrer: el que la aleja del foco.
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buenas tardes, de fogata.
QUEMA (VERSIÓN POEMA)
la despertó el cartero
está bien
dolor urgente
(¿estoy loca?)
la transpiración de su frente
el mechón
que tapa su ojo derecho
y queda enrojecida
malena
-la demora no fue obstáculo
y la correspondencia
llegó a manos de la destinataria-
suma décadas
la despertó el cartero
fracasando en el intento de conciliar la ruptura
(Un beso, MARIposa)
Enrique Bustamante poeta!
qué linda sorpresa. gracias y un fuerte abrazo.
...
Escrito por Joe Kozinski a las 5 de Febrero 2007 a las 03:32 PMkozinski no se haga problema, yo tampoco entiendo lo que escribí.
A pini se le va la mano (ella es la verdadera poeta) y entonces (dice ella) no sabe lo que escribe. Lo mismo que le pasaba a Lorca. Escribió la Casida de los Ramos (Diván del Tamarit) y no lo entendía nadie, ni él mismo sabía lo que había escrito. Algunos, incluso (Jorge Guillén acaso), intentaron explicar el poema. Pero lo mejor, sin duda alguna, era leerlo una y mil veces:
Por las arboledas del Tamarit
han venido los perros de plomo
a esperar que se caigan los ramos,
a esperar que se quiebren ellos solos.
El Tamarit tiene un manzano
con una manzana de sollozos.
Un ruiseñor apaga los suspiros
y un faisán los ahuyenta por el polvo.
Pero los ramos son alegres,
los ramos son como nosotros.
No piensan en la lluvia y se han dormido,
como si fueran árboles, de pronto.
Sentados con el agua en las rodillas
dos valles esperaban al otoño.
La penumbra con paso de elefante
empujaba las ramas y los troncos.
Por las arboledas de Tamarit
hay muchos niños de velado rostro
a esperar que se caigan mis ramos,
a esperar que se quiebren ellos solos.
Enrique, querido, pero qué generoso sos.
tengo que retomar mi puesto de secretaria, sin duda.