Han cerrado el almacén.
Y dicen que es por culpa nuestra, la de estos parroquianos que acudíamos a nutrirnos y no dimos nada a cambio.
Cómo explicarle a su dueño que no sabía que debía pagar un precio para seguir alimentando la ilusión.
Dónde, cuándo y cuánto?
El almacenero bajó la cortina, con la furia del que resiste hasta el último aliento.
Adentro quedó todo intacto, se puede ver por una rendija.
A mi sólo se me ocurre seguir golpeando a los gritos: ábrame, ábrame! mientras un niño suma sus reclamos pidiendo fiado 200 gramos de jamón crudo gordo cortado finito.
Ábrame, quiero esas bolsas de papel madera, en las que cabe un pedazo de pan o una poesía improvisada.
Para ilustrar este post he escogido una obra del escritor y pintor Hilario Barrero , cuya presencia hermoseó al almacén. Miren por la rendija, miren y lo van a encontrar.
Escrito por pini a las 17 de Agosto 2004 a las 11:29 PM | TrackBackExcelente pensamiento, que lastima que se tenga que pagar por "alimentar a la ilusión".
(aunque a veces es necesario) Saludos
gracias Alejandro!
será cuestión de romper el chanchito alcancía.
Es una lástima cuando uno se entera de algo que sonaba bien y ya no existe, como me acabad e pasar con el almacén éste. Por otro lado, hacía un rato que no comentaba, pini, pero no vayas a creer que es que no paso.
Escrito por santiago a las 20 de Agosto 2004 a las 07:01 PMen cambio yo, ni comentaba ni pasaba, pero ya que hoy estoy acá, te dejo un saludo
Escrito por JuanPablo a las 24 de Agosto 2004 a las 01:41 AMSantiago sos muy amable.
Juan Pablo ni pasabas? qué guachada! (ya buscaré contenidos matemáticos).
He puesto la siguiente anotación en www.librodenotas.com, con enlace a esta página:
El Almacén cerró. Se nos hacía muy difícil ya mantenerlo. No sólo por los costes, sino por el trabajo, el tiempo. Sin embargo, cerrar y simplemente olvidarnos de todo ese trabajo, no sólo hecho por quienes dirigíamos el cotarro (sobre todo Marcos Taracido) sino por quienes colaboraban escribiendo, dibujando, pintando y fotografiando, olvidarnos, digo, tampoco parecía lógico ni honrado. Por eso el cambio en Libro de Notas, desde donde se puede acceder a todos los viejos contenidos de Almacén y a cosas nuevas creadas por muchas de las mismas personas y otras recién llegadas. Anoto esto porque acabo de encontrarme con Almacén de poesía, un texto de Pini en el que se lamenta el cierre de la revista. Nosotros también lo lamentamos, y sólo nos queda esperar que la gente que leía y veía Almacén se dé una vuelta por Libro de Notas (www.librodenotas.com) de vez en cuando. Quizá no la defraudemos del todo.
gracias pini
Un Saludo